Indefensión Aprendida
Indefensión Aprendida – Cuando Experimentar la vida se Convierte en Pesadilla
Indefensión Aprendida es un tema que ya hace mucho tiempo que investigo. De hecho, como Coach, es necesario comprender bien todo lo que abarca el tema pues no son pocas las personas que cuando buscan la asesoría del coaching, ni se enteran de los arquetipos que se crearon en sus vidas, muchas veces la razón que no les permite avanzar.
Hay mucha gente a la que le gustaría emprender pero tiene miedo, le falta el coraje de creer en si misma y todo por culpa de un condicionamiento mental y emocional que de muchas formas encuentra raíces en la estructuración social del individuo. Pero se trata de un condicionamiento que puede ser poco a poco quebrantado con las técnicas del coaching creativo. De ese modo, con ayuda y asesoría, la gente que tiene el deseo de emprender pero se siente estancada en razón de la indefensión aprendida, puede liberarse gradualmente y hacer frente a ese reto.
Encontré un artículo estupendo sobre el tema de la Indefensión Aprendida, lo cual quiero compartir con vosotros. Los autores son Iria Meléndez, Victoria Permuy y Sonia Alberca. Os dejo ahora una primera parte. Podéis seguir el tema en el próximo artículo sobre el tema.
Indefensión Aprendida – Qué es (Una visión experimental)
La indefensión aprendida (IA) es un fenómeno cuya consecuencia sería creer que nuestra conducta no tendrá ninguna influencia sobre los resultados. Esta creencia se aprende y tendría importantes consecuencias sobre nuestra conducta y nuestro estado de ánimo.
Técnicamente se ha descrito como una expectativa que produce tres efectos:
1- déficit motivacional para emitir nuevas respuestas
2- déficit cognitivo para aprender que las respuestas controlan los resultados
3- reacciones afectivas de miedo y depresión
Decimos que una persona ha adquirido la condición de indefensión aprendida, cuando ha aprendido a comportarse pasivamente, sin responder ni hacer nada, a pesar de existir claras oportunidades para ayudarse a sí misma.
Martin Seligman, en 1975 estudió la relación entre el aprendizaje instrumental y el temor condicionado. La estructura cerebral que se relaciona con el aprendizaje es el hipocampo, de ahí que diversos estudios han demostrado que ciertas condiciones ambientales, conductuales y farmacológicas promueven y/o detienen la proliferación celular y la neurogénesis en dicha estructura.
Así, se ha observado en diversos experimentos que en condiciones de estrés ambiental, (exposición a olores de depredadores, la exposición ante residentes intrusos, experiencias de subordinación, o a situaciones de indefensión aprendida) se produce un bloqueo en la proliferación celular y en la neurogénesis.
La teoría de la IA se relaciona con la percepción de ausencia de control sobre el resultado de una situación. La clave está en cómo nos explicamos a nosotros mismos por qué suceden las cosas, es decir, el optimismo o pesimismo se atribuyen al aprendizaje y a la experiencia de acontecimientos pasados.
Desde la neurociencia se ha mostrado la relación entre pensamientos positivos o negativos en algunas regiones del cerebro. En concreto la corteza cingulada anterior y la amígdala se muestran más activas al anticipar sucesos positivos. Seligman propuso un método para incrementar el optimismo que consiste en detectar y luego rebatir los pensamientos pesimistas, basado en el modelo del estilo atributivo y aplicando las técnicas de la terapia cognitiva.
Hasta ahora hemos estado hablando de la indefensión aprendida desde el punto de vista experimental y en condiciones de laboratorio, pero ¿qué sucede cuando generalizamos y lo trasladamos al ámbito social? La respuesta se encuentra en el siguiente artículo. Mientras tanto, podéis mirar un vídeo excelente sobre cómo en tan solo 5 minutos y a título de ejemplo, una educadora logra inducir a la indefensión aprendida a un grupo de alumnos.


Comments:0